En Argentina, existe un millón y medio de personas con la enfermedad

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La enfermedad de chagas es considerada como endémica en 21 países del continente americano. Según las estadísticas de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta afección parasitaria causada por el protozoo Trypanosoma cruzi presenta una “incidencia anual de 30.000 casos vectoriales en la región de las Américas y 9.000 recién nacidos infectados durante el embarazo”. En total, se calcula que el chagas afecta a unas seis millones de personas en el mundo y provoca, en promedio, alrededor de 14.000 muertes al año, entre niños y adultos.

Aunque se trata de un mal potencialmente mortal, se ha demostrado que su cura es posible siempre que el tratamiento sea suministrado en un estadio temprano de la infección, incluso en neonatos con infecciones congénita a los que se les realiza seguimiento de vector. Sin la existencia de una vacuna indicada, son la prevención y el tratamiento temprano las únicas alternativas manejadas actualmente para el control de esta enfermedad en todas las edades.

En Argentina, se calcula que existe un millón y medio de personas que han sido contagiadas de Chagas, lo que equivale a 4% de la población del país, de acuerdo con cifras  del Ministerio de Salud de la Nación, ente que cataloga a la enfermedad como uno de los principales problemas de salud pública, especialmente preocupante en los casos de niños recién nacidos.

Para responder a esta necesidad en el país, la Organización Panamericana de la Salud y la OMS firmaron recientemente una alianza con la Fundación Mundo Sano (con sede en Argentina y España) dirigida a fortalecer acciones de salud pública que faciliten el acceso al tratamiento por parte de los niños en los casos de chagas congénito; profundizar los proyectos de eliminación de la transmisión vectorial domiciliaria de Trypanosoma cruzi; y realizar un abordaje integral para prevenir la transmisión materno-infantil de las enfermedades infecciosas (HIV, Sífilis, Hepatitis B y Chagas) en la región del Gran Chaco argentino, según informó a propia OMS en su sitio web.

“Estamos trabajando para mejorar el acceso a este medicamento a las personas que más lo necesitan”, dijo Silvia Gold, presidenta de Fundación Mundo Sano, en el informe de la OMS. “Estamos orgullosos de tener a Insud Pharma como un socio industrial confiable capaz de expandir la calidad asegurada de benznidazol. Nuestra esperanza es transformar la dinámica de acceso a tratamiento para pacientes con la enfermedad de Chagas en toda América y más allá”

Benznidazol es, en efecto, el tratamiento más eficaz para la cura de la enfermedad. Aunque este medicamento existe desde hace 40 años, no fue sino hasta agosto de 2017 que se convirtió en el primer tratamiento para chagas aprobado en Estados Unidos, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) permitió su utilización en la atención de niños de 2 a 12 años.

El doctor Pedro Albajar Vinas, médico del Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS, declaró al máximo ente sanitario  que “para los casos de niños nacidos de madres infectadas, una presentación pediátrica con una precisión de dosificación mejorada será de gran ayuda en el tratamiento de las infecciones congénitas”.

La OMS ha exhortado a la distribución de este medicamento en toda la región para favorecer la atención de niños y recién nacidos infectados; al tiempo que ha insistido en que “el control de vectores sigue siendo el método más efectivo para prevenir la transmisión en América Latina”.

Nuevas técnicas diagnósticas

Ante esa realidad, un equipo multidisciplinario integrado por investigadores de las universidades Autónoma de Yucatán (UADY) y Nacional Autónoma de México (UNAM) inició un proyecto en el que se han propuesto desarrollar mejores y más efectivas estrategias de diagnóstico para el mal de chagas.

Los científicos pretenden incursionar en técnicas de imágenes y señales médicas para hallar repercusiones experimentales que, a la larga, puedan ser aplicadas en humanos. El proyecto que recién empieza ha sido titulado Estudio y diagnóstico de la infección experimental Trypanosoma cruzi, mediante el uso de técnicas innovadoras no invasivas basadas en ultrasonidos, y cuenta con el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)

Los nuevos estudios en animales permitirán dar seguimiento a la enfermedad y al paciente, y ampliar el conocimiento que se tiene sobre el chagas para, así, favorecer su detección temprana.

La investigadora Nidiyare Hevia Montier explicó al UADY que “el desarrollo que se hará en imágenes y señales permitirá observar desde el punto de vista computacional, esto es a partir de algoritmos, calidad de imágenes, técnicas para segmentar regiones, encontrar entornos, entre otros”.