Hoy se celebra, a nivel mundial, el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, reconociendo el importante rol que juegan las mujeres en la ciencia y alentando a las niñas a tomarlas de referentes.
Hoy se celebra, a nivel mundial, el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. La iniciativa, promulgada por la la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2015, intenta reconocer el importante rol que juegan las mujeres en la ciencia y alentar a las niñas a tomarlas como referentes.
El año 2020 fue muy relevante para la ciencia en general y para las mujeres científicas en particular. No solo por los desarrollos que realizaron para combatir la COVID-19 sino también por el papel que jugaron para comunicar los diversos avances científicos en torno al tema. Todo hace suponer que el 2021 seguirá el mismo camino.
Al menos, así lo demuestra la bióloga y comunicadora científica Nadia Chiaramoni.
La investigadora del CONICET desarrolló su camino profesional en la biología, pero tiene un hobby: la comedia. Por eso, comunica la ciencia en clave de humor. Ese es el estilo que sostiene en sus redes sociales y en el canal de YouTube Doctoras en vivo donde, junto con la bióloga Lucía Speroni, realiza transmisiones en vivo todos los lunes.
“Vamos viendo qué nos interesa comunicar semana a semana. Por ejemplo, un programa partió de una nota que encontramos en Internet, que decía que la espinaca podía mandar correos electrónicos. Lo que nos interesaba no era la nota en sí, sino dar a conocer un interesante trabajo del Instituto Tecnológico de Massachusettz (MIT, por sus siglas en inglés), en el que se basó esa nota. Comunicamos lo que se expresó, realmente, en ese trabajo. En otros programas, también, hablamos sobre las vacunas que existen para prevenir la COVID-19, con información fehaciente y chequeada”, expresó la especialista.
–El rol de las mujeres ha sido el mismo que el de los varones. No hay demasiadas diferencias en cuanto a roles adquiridos. Hoy, una científica mujer tiene las mismas herramientas para hacer descubrimientos, increíbles y útiles, que un científico varón. De hecho, varias mujeres hicieron importantes aportes, como Andrea Gamarnik, que desarrolló el Covidar, que es el test de anticuerpos; o Carolina Carrillo, que produjo un kit de detección. Ha sido muy lindo ver cómo las mujeres han dado un paso al frente y mostrado sus desarrollos.
-En los papers suele ocurrir que el primer autor es el becario, la estrella. En último lugar se encuentra el jefe y en el medio, las mujeres, siendo absolutamente invisibilizadas.
–Porque aportan otra visión. Tienen otra forma de resolver problemas. Por ejemplo, hace un tiempo escuché una charla de una miembro de la ONG Chicas en Tecnología que, si bien se refería al campo de la tecnología, también podría aplicarse al sector científico. Ella decía que la aplicación Siri es capaz de brindar respuestas a un usuario, si este le dice “Oye Siri, me quiero suicidar”. La aplicación puede localizar a ese usuario por GPS y enviarle el número telefónico de asistencia al suicida más cercano a su domicilio. Sin embargo, la tecnología no sabe qué responder si una usuaria le indica “Oye Siri, me violaron”. Eso ocurre porque no hay mujeres desarrollando aplicaciones. No hay mujeres en los espacios de discusión y en las mesas donde se toman decisiones vinculadas con la tecnología. Con esto quiero decir que las líneas que se investigan y los proyectos que se financian están absolutamente sesgados.
-Actualmente, tiene un lugar marginal. Es decir, hay varias personas hablando de ciencia en los medios, pero que en realidad no saben de lo que hablan. Confío en que la ciencia vaya a tener más lugar en los medios, pero ese lugar tiene que ser llevado adelante por periodistas científicos.
-En redes, realmente, no puedo predecir con exactitud qué tendrá repercusión. Publico contenido variado, donde vinculo la ciencia con el humor. Pero tengo un particular cuidado porque la información que estoy dando sea certera, que sea comunicación real de la ciencia y no un mero chiste.
-Hace unos años atrás, la divulgación científica era mal vista, se creía que era una pérdida de tiempo. Pero hoy, muchas investigadoras y muchos investigadores creemos que es importante tomar la palabra. Comunicar lo que hacemos es parte casi obligatoria de la carrera de investigación científica. No solo por una cuestión de financiación. Si no comunicamos lo que hacemos nadie se entera de la importancia de nuestros proyectos y se hace más difícil que la sociedad nos apoye.
Puede seguir a Nadia en las siguientes plataformas sociales:
YouTube: Doctoras en vivo
Instagram: @nadiachiaramoni
@doctoras_en_vivo
Linkedin: nadiachiaramoni
CONICET
Suscripción exitosa
¡Muchas gracias por suscribirte
a nuestro newsletter!