Un reciente artículo indaga sobre el rol de la obesidad en pacientes con COVID-19.
Una reciente investigación, publicada en la revista de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires, analiza el rol de la obesidad como factor de riesgo y predictor de internación en pacientes con COVID-19 admitidos en la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del Hospital Muñiz, situado en la Ciudad de Buenos Aires.
Los autores del artículo expresan que las personas con obesidad presentan una inflamación crónica originada por el exceso de tejido adiposo. La COVID-19 puede exacerbar aún más el proceso inflamatorio, exponiéndolas a altos niveles de moléculas inflamatorias circulantes.
Este proceso puede producir una disfunción metabólica que puede ser más acentuada si tienen otras patologías que a su vez constituyen factores de riesgo de la COVID-19, tales como:
Se trató de un estudio de cohorte retrospectivo en el que se admitieron 12.727 pacientes con sintomatología compatible con el virus SARS-CoV-2. De ellos, 2.688 presentaron resultados de PCR detectable para SARS-CoV-2.
Dentro del grupo de pacientes con COVID-19 positivo, entre el 1 de agosto y el 31 de octubre de 2020, se incluyeron los pacientes con obesidad.
Se contempló que fueran mayores de 18 años y que tuvieran registrado en su historia clínica los siguientes datos:
Se utilizó la definición de obesidad de la Organización Mundial de la Salud, determinada por un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30.
Además, se tomó en cuenta el sexo y otras comorbilidades, tales como hipertensión arterial, diabetes, tuberculosis y VIH.
Posteriormente, se registró el destino de cada paciente, es decir, si fueron internados en sala o derivados a domicilio para cumplir el aislamiento correspondiente.
Los pacientes hospitalizados presentaron, en forma estadísticamente significativa, mayor edad y mayor frecuencia de comorbilidades, entre ellas, obesidad.
Se pudo apreciar que la diabetes mellitus, hipertensión arterial, edad mayor a 40 años y obesidad se asociaron con internación en la UFU del Hospital Muñiz.
Entre los pacientes con al menos un factor de los arriba mencionados, el riesgo se calculó entre 10% y 30%; con dos factores, entre 31% y 60%; con tres, entre 61% y 80%; y con los cuatro; más del 80%.
Por su parte, los pacientes menores de 40 años sin obesidad, hipertensión arterial ni diabetes tuvieron un riesgo de internación menor al 10%. En contraste, los pacientes de este mismo rango etario con obesidad presentaron un mayor riesgo de internación.
Es sabido que la COVID-19 desencadena un síndrome inflamatorio que genera la incorporación rápida de células T y macrófagos, por medio de una exagerada descarga de citoquinas. Esta reacción usualmente produce lesiones inflamatorias en múltiples órganos y falla funcional aguda.
Este fenómeno inflamatorio, asociado con la obesidad, genera una disminución de la circulación de linfocitos T CD4, CD8 y células NK. Asimismo, incrementa la presencia de IL-6 en la sangre periférica, fiebre continua, daño de tejido y órganos y, por último, una disfunción en la coagulación.
En Argentina se ha observado un incremento constante de la tasa de obesidad. Según los autores del artículo, en el actual marco de pandemia de COVID-19, este aumento no solo amplía el riesgo de infección y de complicaciones, sino que también podría dilatar el proceso de eliminación del virus en el total de la población y, eventualmente, aumentar la tasa de mortalidad general.
Los investigadores sostienen que, desde el inicio de la pandemia, en la UFU del Hospital Muñiz se ha visto un aumento de consultas de pacientes jóvenes con obesidad y, también, un incremento del número de internaciones de estos pacientes.
Es por ello que el personal médico de la UFU considera a la obesidad como una enfermedad crónica que debe ser tomada en cuenta como un factor de riesgo que se asocia con otras condiciones crónicas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Comprender el papel de la obesidad en el contexto de la pandemia COVID-19 debería ser una prioridad en salud pública, dada la alta prevalencia de esta condición en Argentina.
Revista de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires.
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