EFE.- El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) ha autorizado el uso de una segunda vacuna contra el ébola a partir de mediados de octubre en la población residente en áreas donde el riesgo de contraer la enfermedad es elevado, pero en las que no hay una transmisión sostenida del virus.

“La segunda vacuna contra el ébola nos ofrece una herramienta adicional para prevenir la expansión del virus y proteger a los ciudadanos antes de que el brote llegue a áreas en riesgo”, indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), al anunciar la introducción de la nueva vacuna.

Esta se sumará a la vacuna rVSV-ZEBOV, que se utiliza desde el comienzo del brote hace más de un año y seguirá siendo utilizada en poblaciones con un alto riesgo, en particular entre aquellos que han estado en contacto con una persona infectada.

Inmunizar en contextos de riesgo

La OMS sigue luchando por una aceptación amplia de la vacunación entre la población, que empezó rechazándola a causa de la desinformación, rumores y prejuicios, lo que en los primeros meses contribuyó a la rápida expansión del brote epidémico.

Una de las estrategias que han tenido buenos resultados ha sido la instalación de puestos temporales de vacunación en centros de salud y no cerca de las casas de los enfermos, lo que permite que la gente que teme el estigma reciba la vacuna en un sitio más anónimo.

El otro objetivo de esos puestos es ayudar a que el personal sanitario pueda realizar su trabajo de una forma más segura, en vista de que las zonas donde circula el virus son inseguras debido a un conflicto armado.

Un grupo de expertos en inmunización de la OMS recomendó el pasado mayo evaluar el uso de una segunda vacuna y aumentar el número de personas inmunizadas, lo que en ocasiones implica vacunar a pueblos enteros.

La OMS ha asegurado que tiene 10.000 dosis de la vacuna rVSV-ZEBOV de manera permanente.

A pesar de los esfuerzos y de que 223.000 personas han sido vacunadas, este brote del ébola ya es el peor de la historia del Congo y el segundo más grave del mundo, con más de 3.000 contagios y 2.000 muertos.