La Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico es la primera fundación en Latinoamérica en tener un servicio de oncología público y gratuito funcionando dentro un hospital municipal.
Equipo Océano Medicina
María Cecilia Trotta. Para una familia de la zona norte del conurbano bonaerense, el nombre de una niña que, con tan sólo doce años, libró una batalla desigual frente a una de las enfermedades más injustas, el cáncer infantil. Para centenares de familias de la zona norte del conurbano bonaerense, el nombre de una niña que, con tan sólo doce años, constituyó el motor de lucha y modelo a seguir frente a una de las enfermedades más injustas, el cáncer infantil.
La Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico surge en el año 1991 tras el fallecimiento de María Cecilia Trotta a causa de una Leucemia, meses antes de someterse a un trasplante de médula ósea en Israel. Junto a otros familiares de niños oncológicos de la localidad de Béccar, María Ester Rodríguez y Osvaldo Trotta deciden utilizar los fondos recaudados en la creación de un organismo que atienda las necesidades de los niños con cáncer, junto al acompañamiento económico y emocional de sus familias. En 1995, y tras un acuerdo con la municipalidad de San Isidro, se inicia el área de Hematología y Oncología Pediátrica en el Hospital Materno Infantil C.A. Giannantonio de San Isidro, el primer servicio de oncología pediátrico, público y gratuito, del conurbano norte.
“Somos la primera fundación en Latinoamérica en tener un servicio de oncología público y gratuito funcionando dentro un hospital municipal, situación que nos llena de orgullo al tiempo que expone la gran cantidad de falencias en la salud pública de todo el país. La fundación atiende a niños de zona norte debido a que no existe en toda esta zona ningún hospital pediátrico que atienda oncología”, describe Sol Trotta, directora ejecutiva y hermana de María Cecilia, fundadora sin querer serlo de la fundación que lleva su nombre.
“Si la fundación no existiera, muchos niños no vivirían. Es de vida o muerte”, sostienen sus integrantes.
– ¿Cuál es el aporte de la Fundación María Cecilia para la comunidad de zona norte?
– La fundación no sólo brinda los aspectos médicos para los niños con cáncer, sino que otorga una ayuda social y psicológica permanente. Es por ello que, tanto los pacientes como sus familias, se muestran agradecidos constantemente para con nosotros. La Fundación está integrada por una comisión directiva de siete personas, un equipo de profesionales compuesto por tres médicos y tres psicólogas, seis empleados, y más de cincuenta voluntarios permanentes. Actualmente, entre hematológicos y oncológicos, tenemos unos cincuenta pacientes, con aproximadamente entre diez y quince nuevos ingresos cada año, por lo que el objetivo de la fundación es que los niños puedan realizar su tratamiento sin tener que trasladarse a otra localidad o ciudad. Si la fundación no existiera, muchos niños no vivirían. Es de vida o muerte.
– ¿Cómo es la formación de los profesionales y con qué mecanismos de financiamiento cuentan?
– Cada uno de los profesionales de la fundación se encuentra capacitado de manera permanente, participando de congresos internacionales. Sabemos que el equipo médico que tenemos es excelente, siendo el mismo equipo médico que trabaja en el Hospital Alemán. Nuestras únicas limitaciones tienen que ver con el espacio de trabajo y los recursos económicos con el que contamos actualmente, aunque nuestra intención es incorporar más profesionales al trabajo diario. Nuestro anhelo siempre fue extender la cobertura de atención también a adolescentes, dado que el hospital sólo atiende de cero a dieciséis años. Con respecto al financiamiento, éste consiste en donaciones tanto de particulares como de empresas, eventos a beneficio como los que estamos organizando para el miércoles 15 de febrero con motivo del día internacional de la lucha contra el cáncer infantil bajo el lema curar, aliviar y acompañar, siempre porque el máximo objetivo es concientizar para mostrar que el cáncer infantil existe y puede curarse. Igualmente, ese mismo día por la tarde haremos en la plaza de Acassuso una caminata que nos permitirá visibilizar la problemática. Por último, la tercera acción se va a realizar en el Jumbo Unicenter de Martínez durante los días 16, 17, 18 y 19 de febrero para concientizar a todos los asistentes al shopping.
Pese a que las circunstancias de la vida obligaron a un replanteo general de la familia, Sol Trotta es consciente de que la mejor forma de honrar la memoria de su hermana es continuando con su mirada, mirada honesta de una niña de tan sólo 12 años, toda una vida por delante. “Cuando yo me cure quiero ayudar a que otros también puedan curarse”, replica en la memoria de la familia Trotta la frase con la que, en cierto modo, María Cecilia comenzaría a despedirse hace ya 25 años. “Nuestro mensaje ahora, para que no les suceda lo que a mi hermana, es que la primera batalla ganada es siempre llegar temprano al tratamiento”, sentencia la referente de Ayuda al Niño Oncológico.
“Un buen diagnóstico comienza con la detección temprana de señales que permiten un diagnóstico precoz”.
El porcentaje de cura de las enfermedades oncológicas aumenta considerablemente con la detección precoz. Algunos de los síntomas o signos frecuentes que pueden estar relacionados con el cáncer infantil deben sintetizarse en:
Según el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA) del Instituto Nacional del Cáncer perteneciente al Ministerio de Salud de la Nación, entre los años 2000 y 2013 se reportaron 18.069 casos de cáncer en niños menores a los 15 años de edad, al tiempo que la Agencia Internacional de Investigaciones en Cáncer (IARC) estima para el año 2035 un incremento del 50,2% en la incidencia de cáncer en Argentina, teniendo la predicción de mortalidad un incremento del número de defunciones del 55,7% en 2035 para ambos sexos (60,5% en hombres y 50,4% en mujeres).
Morbimortalidad por cáncer. Según las últimas estimaciones realizadas por Globocan/IARC en el año 2012, Argentina se ubicó en el séptimo lugar en cuanto a incidencia en la región de las Américas (216,7 casos por cien mil habitantes, considerando ambos sexos y todos los tumores a excepción de piel no melanoma), y en el tercer lugar al considerar la mortalidad (115,1 defunciones por cien mil habitantes), indicadores que posicionan al país en un rango de incidencia y mortalidad media-alta, considerando que el rango de incidencia se extiende desde 79 a 365 casos por cien mil hombres y de 103 a 295 casos cada cien mil mujeres, mientras que el rango de mortalidad a nivel mundial se extiende de 69 a 173 muertes por cada cien mil hombres y de 65 a 119 defunciones cada cien mil mujeres.
Para colaborar con la Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico:
(011) 4742-5640 / [email protected] / www.fmc.org.ar
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