Es la falta de los correctos nutrientes en la dieta diaria, y no la ausencia de alimentos en sí, el principal factor que desencadena la desnutrición infantil en Ecuador. Ese fue el resultado de una investigación realizada por la Universidad de Georgetown en colaboración con el gobierno de este país, revelando que el flagelo puede combatirse si se realiza la adecuada inversión.

El estudio, titulado “Determinantes de la Prevalencia de Desnutrición en niños menores de 2 años en Ecuador”, arrojó que promover una alimentación balanceada en la que se consideren adecuados valores nutricionales es fundamental para poder alcanzar, a futuro, una sociedad sin desnutrición crónica infantil (DCI) en Ecuador.

Tal y como detalla la agencia ecuatoriana de noticias Andes, “en la última encuesta nacional de condiciones de vida publicada en 2016 -pero con datos de 2015-2016-, la prevalencia de la DCI es de 24.6% aproximadamente, pero hay provincias donde el porcentaje es mayor, como en la sierra ecuatoriana”.

Kyler Burkholder, investigador de Georgetown detalla en el ensayo que la desnutrición en edad pediátrica en Ecuador es profunda, y la califica como una de las mayores de América Latina. Según sostiene, esto se debe a “la carencia de una dieta que brinde los nutrientes correctos para el desarrollo” de los niños. La desnutrición, en estos casos, no solo se transforma en una potencial causa de desarrollar enfermedades durante el crecimiento o, incluso, ocasionar la muerte, sino que también fue valorada en relación con los estragos que causa en los niños a nivel de su rendimiento escolar. Alerta que en buena parte de los casos de los niños que sí recibían alimentos, pero no del tipo que necesitaban, registraron una alta tasa de repetición de los cursos académicos o deserción escolar.

Enfrentar esta situación, con los cambios enormes y necesarios que implica, podría requerir de una inversión de 6.000 millones de dólares en el país, según calculó el investigador Sean Colligan que formó parte de este estudio.

Una de las medidas que deben implementarse de manera prioritaria es garantizar la atención prenatal adecuada a mujeres embarazadas, para promover el nacimiento de bebés sanos y con peso adecuado. Elle Loveseth, de la misma institución estadounidense, resaltó la necesidad de que a las madres se les suministre hierro y ácido fólico y que sean bien alimentadas durante el proceso del embarazo y en la etapa de lactancia.

Frente a esta realidad, el asambleísta Pabel Muñoz, coordinadora del Grupo Parlamentario por la Erradicación de la Pobreza y Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, declaró que Ecuador se encuentra en deuda con sus niños para resolver este flagelo, y dijo a la agencia Andes que “es importante abrir este espacio de diálogo sobre la problemática de desnutrición en los niños, a fin de orientar futuras reformas legislativas y coordinar, en territorio, acciones tanto a nivel ejecutivo, cuanto en los gobiernos autónomos descentralizados”.

Datos globales de la Organización Mundial de la Salud revelan que alrededor del 45% de las muertes de menores de 5 años tienen que ver con la desnutrición. En su mayoría se registran en los países de ingresos bajos y medianos. Al mismo tiempo, en esos países están aumentando las tasas de sobrepeso y obesidad en la niñez.

Lea también: Si hay estrés, el cerebro de los niños madura más rápido: estudio