“Salud para todos y todas, en todas partes”. Ese es el lema que ha promovido este año la Organización Mundial de Salud para celebrar, como cada 7 de marzo, el Día Mundial de la Salud. La efeméride permite conmemorar el 70 aniversario de la fundación de esta entidad sanitaria, e invita a recordar el motivo que justifica su existencia: la promoción y garantía universal de la salud.

En un comunicado oficial, emitido por la OMS especialmente para esta fecha, se detalla que “en la Región de las Américas, la campaña se centra en la equidad y la solidaridad, abordando las barreras de acceso a la salud y a los servicios de salud, teniendo como meta mejorar la comprensión de la salud universal e impulsar acciones que contribuyan a que esta sea una realidad para todas las personas, en todas partes”.

De esta manera, el máximo ente sanitario recuerda que la “salud universal significa que todas las personas tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios de salud integrales de calidad, cuándo y dónde los necesitan, sin enfrentarlas a dificultades financieras”.

Así pues, la promoción de esta mirada “requiere la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para promover la salud y bienestar”.

La realidad sanitaria

Desde la perspectiva de la OMS, el acceso universal a la salud sería la base para poder enfrentar de forma efectiva los desafíos de la región en materia sanitaria, que resultan tan diversos como sus causas. En eso coinciden también tres prestigiosos profesionales, quienes fueron entrevistados por Océano Medicina para conocer cómo es actualmente la realidad de esta temática en sus países.

La reconocida neuróloga e investigadora Teresita Corona Vázquez, actual presidenta de la Academia Nacional de Medicina de México, y primer mujer en ocupar ese cargo desde la fundación de la institución hace 155 años; la doctora Lucía Florio, presidenta de la Sociedad Uruguaya Cardiología; y el médico argentino Sergio Daniel Butman, quien forma parte del Colegio de médicos de la Provincia de Buenos Aires – Distrito III y dirige el Curso Superior de Emergentología impartido por Océano Medicina, comparten sus opiniones sobre los principales desafíos sanitarios que hoy se enfrentan, así como sus posturas sobre lo que pueden hacer los y las profesionales de la salud.

1- Dra. Teresita Corona Vázquez, presidenta de la Academia Nacional de Medicina de México

México ocupa la economía 15-16 en el mundo; sin embargo, existen rezagos, como el analfabetismo en 5.5% de la población al 2015, como ejemplo (INEGI, 2015). Tenemos la tasa más alta de obesidad de los países de la OCDE; el acceso a la atención, aunque ha mejorado, es la menor de los países de la OCDE; las tasas de mortalidad, posteriores a un infarto de miocardio, son muy altas. Se han implementado algunos programas que han mejorados otros indicadores como el tabaquismo, el consumo de alcohol e instalaciones de atención primaria para el Asma y el EPOC. El gasto promedio en salud, es cuatro veces menos, que el promedio de la OCDE, por lo que le gasto de bolsillo de las familias permanece alto. La fuerza laboral en Salud también está sobre utilizada y mal distribuida (Health at a Glace 2017: OECD Indicators).

La mortalidad ha disminuido y la fecundidad igualmente, por lo que la situación demográfica ha cambiado drásticamente, con sus consecuencias epidemiológicas. México tiene que atender problemas de países en vías de desarrollo, como las enfermedades materno- infantiles e infecto-contagiosas, y por otro lado las enfermedades crónico- degenerativas del adulto y de la vejez.

Problemas de salud reproductiva y el embarazo en niñas y adolescentes, es un tema urgente de atender, como un problema de salud pública.

La distribución de la riqueza y, por lo tanto, de los accesos al sistema de salud, están geográficamente mal distribuidos, los estados del sur- sureste merecen un mayor desarrollo en ese sentido, de manera urgente y prioritaria.

¿Qué hacer?

Los profesionales de la salud deben sensibilizarse ante los problemas, no sólo de salud, sino sociales y de desarrollo del país, de otra manera no podrán participar activamente en los programas gubernamentales destinados a resolverlos. Su preparación desde la escuela de licenciatura, debe ser, no únicamente científica y / o técnica, sino fundamentalmente humanística.

Incidir activamente en las propuestas de políticas públicas de atención a la salud y ser voceros de las necesidades de la población. De manera ideal se debe incidir en la atención, la docencia y la investigación científica, a fin de colaborar con los adelantos científicos, tecnológico y de innovación en materia de salud, pero también, ejercer la docencia, para la trasmisión del conocimiento y la atención médico -paciente.

2- Dra. Lucía Florio, presidenta de la Sociedad de Cardiología de Uruguay

El principal desafío en la promoción de salud al que nos enfrentamos es efectivizar cambios en los estilos de vida. El apego a una dieta saludable, el ejercicio rutinario, el mantenimiento del normopeso y el rechazo al hábito de fumar y consumo de drogas en general.

Que la población conozca cuáles son los hábitos saludables es un desafío menor, el que se conprometan con ellos y los practiquen es el gran desafío.  Las causas son múltiples,  desde falta de información, publicidad negativa o contradictoria, inequidad en acceso a dietas u oportunidades de ejercitarse, romper con hábitos culturales, tradiciones familiares, etcétera.

¿Qué hacer?

Los médicos y  el personal de salud tenemos mucho para hacer y posibilidades de colaborar. El consejo médico individual en cada consulta es fundamental,  pero también la participación en campañas de promoción de salud y en el trabajo con el gobierno para facilitar leyes que promuevan la salud.

En Uruguay la ley de prohibición de fumar en lugares público es un ejemplo de ley que es exitosa en su cumplimiento y que ya está mostrando resultados positivos en la salud de los uruguayos.

3- Dr. Sergio Daniel Butman. Director el curso superior de emergentología impartido por Océano Medicina

Si comenzamos a hablar de salud tenemos que decir que hay realidades muy duras y frases que se tornan hoy más vigentes que nunca. El primer Ministro de Salud Pública de la República Argentina , el Doctor Ramón Carrillo definía : “frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.

Los problemas de salud en nuestro país no pueden ser analizados, comprendidos, ni solucionados sin tomar en cuenta la grave situación económica y social que cruza a la población. Hoy lamentablemente no tenemos Ministerio de Salud de la Nación, por lo que podemos observar una grave caída en la jerarquización de la salud pública en relación con otras áreas.

El aumento de la pobreza y la desocupación, la caída del nivel educativo, la pérdida de la cobertura social al perder el trabajo, la incertidumbre, la disminución del consumo de los alimentos, las pésimas condiciones sanitarias y habitacionales, el hacinamiento, la falta de cloacas y agua potable, la marginación, la violencia de género, los femicidios, las muertes por abortos clandestinos, el consumo de alcohol y drogas con sus consecuencias, para mencionar algunos de los serios problemas no resueltos, tienen un impacto colosal en la salud de la población en general y en particular en los sectores más empobrecidos . Por lo tanto, no habrá posibilidad de que ningún plan o proyecto aislado en salud tenga éxito sin dar respuesta en forma global a solucionar los problemas de la población.

La promoción de la salud se enmarca en lo anterior, si tomamos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud señala que se deben establecer políticas centradas en la salud y realizar educación sanitaria para el mejoramiento de la salud. Vemos que, lamentablemente, no existen políticas jerarquizadas en nuestro país que hagan que la salud sea una prioridad y que eviten que la gente se enferme. Y si hablamos de educación, donde las personas deben adquirir conocimientos, aptitudes e información para elegir opciones saludables en sus diversos aspectos de la vida, estamos nuevamente frente a una situación donde las necesidades y demandas de la población no son satisfechas.

Sin duda alguna, se deben encarar políticas para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, se debe jerarquizar la salud dentro de las principales prioridades de la población, necesitamos contar nuevamente con un Ministerio de Salud de la Nación que cuente con los recursos necesarios para implementar las tareas de promoción de la salud atendiendo a las necesidades no resueltas .

¿Qué hacer?

Desde el sector salud, los profesionales están en contacto directo con la población que sufre la situación actual. Cada día, vemos las consecuencias de esta dura realidad y su impacto en la salud: las carencias, la desigualdad en el acceso a la salud, la falta de profesionales en áreas de atención primaria, por mencionar algunas.

Los profesionales de la salud juegan un rol singular en este desafío que supera lo que se realiza en el propio sector. Creo que lo primero que debemos reconsiderar es la actitud para no quedar paralizados y, en cambio, trabajar en modificar esta realidad, participando y trabajando con la comunidad para abordar los diferentes problemas. También, los profesionales deben participar en proyectos y planes desde cada uno de sus lugares de trabajo para mejorar en beneficio de la población que requiere ser atendida.

Desde mi área específica en medicina de emergencias, tanto en el área asistencial como educativa, impulsamos proyectos colectivos para la capacitación continua y superación profesional, con esfuerzo y abnegación, pensando siempre de que mejor manera podemos ayudar a nuestros pacientes y sus familias que piden nuestra ayuda.