En el marco de la pandemia de coronavirus que azota al mundo, la Asociación de Insuficiencia Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología ha elaborado una serie de recomendaciones para el abordaje de pacientes con insuficiencia cardíaca, en los diferentes escenarios en los que se pueden encontrar: ambulatorio y hospitalario, con y sin COVID-19.

Desde la organización destacan que “la patología cardiológica cobra un especial interés en esta enfermedad, dado que tanto el riesgo de infección por SARS-CoV-2 como la gravedad del COVID-19 están aumentados en estos pacientes”.

De hecho, la insuficiencia Cardíaca es una de las complicaciones más frecuentes en los pacientes con COVID-19. Esto parece deberse al rol que juega la enzima de conversión de la angiotensina 2 (ECA2), que es fundamental para la infección del virus y, a su vez, tiene una alta expresión en el corazón, participando en su fisiopatología.

Coronavirus y enfermedad cardiovascular

Se estima que un 40% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 tienen enfermedad cardiovascular o cerebrovascular. Según el reporte de la institución española, en la serie de Wang et al., el 16,7% de los pacientes con COVID-19 desarrolló arritmia, un 7,2% experimentó daño miocárdico agudo y un 8,7% de pacientes desarrolló shock.

Estas tasas fueron más elevadas en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.

De igual forma, los pacientes más graves presentan niveles más elevados de troponina y péptidos natriuréticos. El daño miocárdico y la insuficiencia cardíaca, ya sea sola o en combinación con insuficiencia respiratoria, representan hasta el 40% de la mortalidad en estos pacientes.

Recomendaciones para pacientes con Insuficiencia Cardíaca

Sin sospecha de coronavirus con atención ambulatoria:

• Minimizar las visitas hospitalarias.
• Muchas de las consultas físicas se pueden sustituir por telefónicas.
• Es fundamental que el paciente pueda aportar al profesional datos biométricos (presión arterial, peso, frecuencia cardiaca, distancia recorrida, etc.), a través de distintos dispositivos de los que puede disponer en su domicilio.
• También es de gran ayuda la información que se pueda obtener mediante la revisión en remoto de los desfibriladores automáticos implantables con o sin terapia de resincronización. Por otra parte, es posible comprobar el adecuado funcionamiento de estos dispositivos, así como revisar eventos arrítmicos, a través de distintas plataformas.
• Realizar revisión diferida y reprogramar las citas.
• Realizar consultas presenciales sólo si es indispensable.
• Sugerir la asistencia a un hospital de día solo como alternativa a un ingreso.

Sin sospecha de coronavirus con atención hospitalaria:

• Aceptar solo ingresos inevitables.
• Extremar la prevención.
• Minimizar la estancia.

Con sospecha de coronavirus y atención ambulatoria:

• Realizar un seguimiento telefónico y revisar datos de alarma.
• Minimizar visitas hospitalarias.
• Trasladarlos a unidades de diagnóstico rápido, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos.
• Recurrir a la hospitalización domiciliaria o al hospital de día como alternativa a un ingreso.

Con sospecha de coronavirus y atención hospitalaria:

• Colocarlo en situación de aislamiento (mascarilla y contacto).
• Realizarle un diagnóstico precoz.

Si se trata de un diagnóstico de coronavirus confirmado:

• Determinar zonas específicas de aislamiento.
• Establecer circuitos exclusivos de traslado de pacientes y realización de pruebas
• Emplear equipo de protección individual (EPI).
• Realizar una vigilancia de interacciones con tratamientos específicos.

¿Qué precauciones deben tomar los pacientes con trasplante cardíaco?

• Tomar medidas estrictas de aislamiento.
• Trabajar a distancia.
• En caso de que en el ámbito laboral no se pueda evitar el contacto con otras personas, solicitar licencia médica.
• Realizar las consultas médicas rutinarias de forma telefónica.
• No se deberían realizar biopsias endomiocárdicas o ecocardiogramas de protocolo para evitar el contacto del paciente con el hospital.