El próximo martes se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro.
El próximo martes se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro. La fecha pone de manifiesto que la prematuridad es una de las principales causas de mortalidad entre la población infantil menor a 5 años. ¿A qué se deben los partos prematuros y por qué han descendido durante la pandemia de COVID-19?
Según un estudio de Unicef, 5,6 millones de niños de menos de cinco años murieron en el 2016. Los datos son relevantes pues implican un aumento del 5% con respecto al año 2000. El estudio pronostica que, de seguir esta tendencia, para el año 2030 morirán 60 millones de niños, la mitad de ellos recién nacidos.
La cita al webinar gratuito es el martes 17 de noviembre a las 17 h (hora de Argentina). Para acceder, haga click en el siguiente link.
El reporte antes mencionado indica que las complicaciones derivadas del parto prematuro constituyen la primera causa de muerte de niños menores de cinco años en todo el mundo. Le siguen enfermedades infecciosas como la neumonía (16%) y la diarrea (8%).
De acuerdo con un artículo de la Sociedad Argentina de Pediatría, la prematuridad tiene diversas causas.
Muchas de ellas responden a factores sociales, económicos y culturales, como los que se mencionan a continuación:
Otras causas se vinculan con los antecedentes de salud maternos y los trastornos en el embarazo:
Esos factores repercuten en la salud de los bebés prematuros, ya que pueden generarles insuficiente aumento de peso en la unidad neonatal, infecciones bacterianas, displasia broncopulmonar y otros trastornos o enfermedades.
Una reciente publicación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indica que las mujeres embarazadas que están infectadas con el coronavirus SARS-CoV-2 y son hospitalizadas, corren el riesgo de desarrollar complicaciones graves. Entre estas complicaciones se encuentran el parto prematuro o la pérdida del embarazo.
El hallazgo sigue la misma línea de un informe anterior producido por el CDC, que encontró que varias mujeres embarazadas, hospitalizadas e infectadas con el virus requirieron cuidados intensivos (entre el 16% y el 30%). Dentro de este grupo, entre el 6% y el 8,5% necesitó ventiladores que contribuyeran a su respiración.
En ambos estudios se destaca que las mujeres embarazadas infectadas con SARS-CoV-2 experimentaron una tasa más alta de partos prematuros y algunas tuvieron mortinatos.
En cuanto a los efectos de la COVID-19 en el embarazo, se sabe que puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre. Además, un grupo de investigadores del Hospital Vall d’Hebron, relacionó la infección con el desarrollo de un síndrome similar a la preeclampsia en embarazadas. Este se manifestó en el 62,5% de las mujeres evaluadas y provocó la realización de cesáreas innecesarias y el aumento de los partos antes de término.
A pesar de estos datos, durante la pandemia se ha observado una tendencia positiva y es que, en términos generales, descendió drásticamente el número de partos prematuros a nivel mundial. ¿Por qué?
La Alianza Irlandesa de la Salud Neonatal llevó a cabo un estudio comparativo en el que se observó una reducción del 73% de nacimientos prematuros durante la etapa del confinamiento. En este informe, los médicos detectaron que la tasa histórica de niños nacidos con bajo peso regional por 1000 nacidos vivos de enero a abril de 2001 a 2019 fue de 8.18.
Sin embargo, de enero a abril de 2020, se observó una tasa inusualmente baja de solo 2.17 por 1000 nacidos vivos.
Por otro lado, una investigación desarrollada en Dinamarca sostiene que esta nación también experimentó una reducción del 90% en el número de nacimientos antes de término en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales.
Ambos estudios coinciden en que estas cifras pueden estar relacionados con los cambios socioambientales que se han producido como consecuencia de las medidas de aislamiento.
Es muy probable que la atención a la higiene y el distanciamiento físico hayan influido en el estado inflamatorio de las mujeres embarazadas.
Pero, además, el aumento de las horas de descanso y la reducción de la exposición a sustancias tóxicas, junto con la disminución de la contaminación atmosférica, relacionada con el 18% de los casos de nacimientos prematuros, han podido desempeñar, también, un papel fundamental.
Estos temas serán abordados en el webinar gratuito organizado por Océano Medicina que tendrá como oradora a la médica Silvia García, jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Posadas (Buenos Aires).
La cita es el martes 17 de noviembre a las 17 h (hora de Argentina). Para acceder, haga click en el siguiente link.
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